lunes, 28 de febrero de 2011

LA MALLÁ DEL LLOP 27 FEBREO 2011

La segunda salida del año ya estaba en marcha, puntuales (como escribió Alejandro Dumas Francia 1802-1870: " Sed puntual es el inicio de un buen principio"), acudimos todos a la cita y con motores caliente pusimos rumbo a Facheca, no sin antes hacer un "stop" en la Universidad y recoger a los "sanvicenteros" que se habían dado de alta en ésta salida.


Una hora y cuarenta y cinco minutos tardamos en poner los pies en Facheca, rápidos y para calentar piernas, cogimos "El puente aéreo" entre Facheca y Famorca, donde está realmente el inicio del sendero a la Malla del Llop, en veinte minutos cubrimos la distancia entre éstas poblaciones.


La plaza de Famorca y una pista con bastante inclinación de cemento de unos trescientos metros puso a prueba nuestras piernas, sus escasos metros fué superada con éxito, ya metidos en sendero fuimos ascendiendo para ir viendo los tejados de Famorca su campanario su plaza y la Sierra de Alfaro, hablándola de tú a tú, estábamos a su altura ya no nos impresionaba, quizas algunos de nosotros, los más inquietos, los más aventureros, los más nerviosos, los que más tiempo libre tienen, iban pensando como meterse en sus caminos, sus ojos buscaban el inicio de cualquier señal que pudiera marcar un sendero, pero ahora tenía que esperar, el objetivo era la Malla de LLop.




( Sòlo unas tomas antes de meternos en las nubes)



La Serella siempre nos ha recibido bién, es una montaña que suena con el viento, es una montaña que canta con sus aves, es una montaña con resonancia desde su cimas nos deja oir todo lo que habla el Valle de Zeta, es una montaña que dá las gracias por estar allí, sus inquilinos siempre nos saludan, las plantas, unas al brotar, otras al marchitarse, las aves los insectos, todos nos saludan ellos son los protagonistas y nosotros sus invitados y como tales nos invitan a pasar un rato en su hábitat, porque saben que vamos a cuidarla.


Pero hoy la Serella nos ha pedido un descanso, la lluvia, el viento, el frio y un poco de nieve, se la hemos dejado para ellos, el viento seguirá esculpiendo las rocas, el agua y la poca nieve empapará su entorno, calará su piel y se depositará en sus acuíferos para volverla a ver en los próximos meses. Ya sabiamos todos que el montañismo es una serie de acontecimientos, unos te hacen cubrir objetivos y otras veces no.


La Mallá del LLop quedará para otra ocasión, estos paisajes no son de pasar, son de volver.




NUNCA TE LO REPROCHAREMOS.......... SERELLA