La otra mesa del desayuno |
En el desayuno |
Tras dar buena cuenta de los cafés, zumos, tostadas, bizcochos y demás viandas nos pusimos a caminar (creo que eran ya las 9:30).
Se quedaron en el camping la mujer de Pepe, una amiga de ésta y la mujer de Joserra.
Empezamos a caminar subiendo el cauce del río Alharabe. Aunque veíamos las señales de no hacia mucho tiempo en el que río había llevado mucha mas agua, en estos días su caudal era muy bajo, sin embargo el caminar por estos parajes con el agua a tu lado se agradece mucho, por que nosotros no estamos acostumbrados.
En todo este recorrido lo más destacado fue que el perro de María Antonia se cayó al agua y no podía volver por si mismo a tierra, por lo que hubo que ayudarle un poco sin más problema.
Seguíamos ascendiendo poco a poco, empezábamos a una altura de 660 metros y en los primeros 4 kilómetros habíamos subido solo doscientos metros.
Fue a partir de aquí donde el terreno empezó a inclinarse hacia arriba, pues en los siguientes tres kilómetros subimos cuatrocientos metros, pero todo ello sin unas cuestas demasiado inclinadas.
Como habíamos desayunado bien nadie tenia hambre pero una vez en lo alto de la marcha y junto a un enorme pino milenario caído paramos unos minutos a descansar, tomar algo y reagruparnos.
Desde aquí y ya hasta el final todo fue cuesta abajo a través el barranco de Hondares
Nos cruzamos con una centenaria, mas que centenaria, yo me atrevería a decir milenaria encina, con un espectacular tronco.
Seguimos bajando por una pista que en algunos tramos se hacia difícil caminar debido a que habían unos surcos bastante profundos fruto de la erosión del agua.
Pasamos por los Baños de Somogil, donde se siguen bañando en sus charcas de agua caliente los lugareños.
Y ya poco a poco y volviendo al cauce del río llegamos al camping, eran ya las 15:30 de la tarde y nuestro cuentakilómetros particular nos marcaba que habíamos andado 16,700 km
Pero lo mejor del día estaba por llegar, teníamos preparada dos mesas en el restaurante para comer.
Poco a poco fueron llegando todos, pues como siempre no todos llevamos el mismo ritmo de marcha. Cuando ya estábamos todos empezó a salir esas jarras de cerveza con su espuma fresquita, de las cuales dimos buena cuenta.
A continuación nos pusimos a comer lo que habíamos elegido cada uno, paella de magro con verduras, codillos, emperador, etc.. ..Todo ello muy bueno.
Y sobre las cinco de la tarde subimos al autobus emprendiendo el camino de vuelta.
Desde aquí dar las gracias a Pepe por la preparación de la marcha que en si misma fue muy bonita por los parajes por donde anduvimos. Y la intendencia espectacular, muy difícil de superar.
En la comida |
La otra mesa de la comida |
También podéis visitar el siguiente enlace para ver la ruta:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=12980288
Recaudando |
Hasta la próxima