Hola amigos, el pasado domingo 22 de Mayo de 2022 el Grup Muntanyenc de Sant Joan realizó una salida de montaña a la VEREDA LA ESTRELLA en la provincia de Granada, concretamente a la vertiente norte de Sierra Nevada.
Para ello salimos de Sant Joan a las 4 de la
madrugada y tras recoger a los amigos de San Vicente el autobús se encamino en
dirección Granada.
Como era de esperar a esas horas nadie tenía ganas de
hablar por lo que los doce que
formábamos el grupo intentamos dormir un poco (unos más y otros menos).
Sobre las 6 de la mañana el
conductor se detuvo en un área de servicio (pasado Lorca y antes del cruce con la autopista de Almería
y Granada) donde pudimos desayunar.
Tras este parón de una hora
llegamos a Granada poco antes de la nueve y media pero en el último tramo (15
km.) antes de llegar a Güejar de la
Sierra nos encontramos con un pelotón de
ciclistas domingueros divididos en varios grupos bastante numerosos que hacía
difícil su adelantamiento por las curvas
numerosas del trazado de la carretera.
Asín es que se nos acumuló
un nuevo retraso. Ya en el pueblo de Güejar
el autobús nos acercó hasta el punto donde termina la carretera
(restaurante Barranco de San Juan).
En estos últimos 5
kilómetros la carretera era tan estrecha que solo cabía un vehículo y sin
posibilidad de maniobra, gracias a la pericia del conductor pudimos llegar sin
ningún percance al final de la carretera, donde también tuvo problemas para dar
la vuelta.
Llegados a este punto eran
ya cerca de las 10:30 de la mañana cuando pudimos empezar a caminar.
La Vereda de la Estrella es
el camino más espectacular para adentrarnos en el Parque Nacional de Sierra Nevada. Su trazado a media ladera por el valle del río Genil se realizó
para transportar en caballería el mineral de cobre y plata de las mimas de la
Estrella y la Probadora. De ahí su nombre.
Empezamos desde este punto
(restaurante San Juan) a nivel del río atravesándolo por un pequeño puente de
madera. Enseguida nos dimos cuenta de la cantidad y fuerza que llevaba el río,
pues el ruido era ensordecedor, por poner un parecido se asemejaba al mar
cuando hay temporal.
Una vez traspasado el río
comienza un corto pero fuerte ascenso hacia el interior del río Genil, cuyo
cauce tendremos durante todo el día a nuestra izquierda. Enseguida el camino se
suaviza y la senda transcurre por una fresca y frondosa umbría, con una gran
variedad de arbolado (fresnos, castaños, robles, arces ...) que contrasta con la vertiente de
enfrente donde no hay tanto arbolado.
A una media hora de empezar
el recorrido llegamos a un centenario castaño, llamado popularmente como el “abuelo”
.
Al ser un lugar tan popular
, a lo largo del recorrido nos
encontramos con bastante gente, que al igual que nosotros querían disfrutar del
lugar.
Seguimos avanzando y en uno
de los recodos del camino, pasada la zona del Vadillo, de pronto al fondo del valle surgieron las
cumbres de la Alcazaba y el Mulhacén, donde todavía se podía ver resto de
nieve.
Nos detuvimos en la misma
senda para almorzar, pues el tiempo pasaba y no encontrábamos un lugar con
sombra para todos.
Unos pocos kilómetros más
adelante a uno de los integrantes del grupo las fuerzas le flaquearon y le
entró una pequeña pájara, afortunadamente poco a poco se fue recuperando.
Habíamos llegado al paraje
del Real donde se unen los ríos Valecasillas y Valdeinferno al Guarnón que baja
estruendoso desde el Veleta.
Paramos a comer bajo una buena sombra y esperamos a que el compañero, cuyas fuerzas iba recuperando, nos alcanzara.
Cuando llegó a nuestra
altura, decidió seguir junto a otro integrante del grupo, ya que ambos habían
comido un poco antes.
Nosotros después de comer
(eran ya las 3:30 de la tarde) y una vez cruzado el río por un puente de madera
de reciente construcción, emprendimos la última subida del día para volver por
la vertiente opuesta.
Con un fuerte desnivel de
150 m en apenas un kilómetro , el grupo se partió en varios subgrupos, cada uno
a su ritmo, para poder llegar a lo más alto.
Seguimos el camino de vuelta y cruzamos un arroyo que termina en una cascada de más de 40 metros.
Desde esta parte del
barranco podemos divisar en todo su esplendor la cuenca del Río Vacares, Cumbre
y Espolón de la Alcazaba, río
Valdecasillas, Mulhacén, Loma de Casillas y río Valdeinfierno.
Pasamos por el refugio del
Aceral entre un bosque de pinos hasta llegar a otro refugio el de la cucaracha
(no muy bien conservados) donde hay un espléndido mirador natural.
La senda sigue entre pinos,
robles, encinas y más adelante cipreses hasta llegar a la cuesta de los
“presidiarios” (en nuestro caso de bajada) llamada asín porque dicen que
llevaban a los presos dirección a Almería para ir a galeras.
En esta bajada otro
integrante del grupo tuvo que ralentizar su marcha debido a que una rodilla le
dio problemas y apenas podía apoyarla.
Todas estas circunstancias que hemos ido relatando nos
habían atrasado bastante por lo que avanzaba la tarde y seguían quedando
bastantes kilómetros para el final.
En la bajada el grupo se
había vuelto a separar quedando el más numeroso rezagado con el lesionado y
otros tres siguieron adelante hasta donde nos había dejado el autobús
(restaurante San Juan).
Comentamos la lesión del
compañero al encargado del restaurante, el cual muy amablemente, se prestó a
esperarlo y con su vehículo acercarlo
por la carretera (3 km.) hasta el lugar concertado con el autobús.
Y así sucedió, cuando llego
el grupo al restaurante, no solo subió el lesionado a la furgoneta sino que
siete componentes más del grupo se sumaron al transporte, y no acabo aquí la
cosa sino que dos más subieron en el
último kilómetro, por lo que la parte trasera de la furgoneta parecía el
camarote de los HERMANOS MARX.
Gracias a la solidaridad de
esta persona la mayoría del grupo pudo llegar con antelación al autobús.
Todavía tuvimos que esperar
un poco más a los últimos dos integrantes que no pudieron subir en el
restaurante y realizaron este último tramo a pie.
Con todo esto el autobús no puedo salir hasta las 10 de la noche, habiendo ya oscurecido.
Al margen de todas estas
vicisitudes, la marcha fue espectacular. El recorrido es muy bonito y más con
el deshielo el caudal del río iba a rebosar y la fuerza del agua lo hacía más
encantador.
El retorno en el autobús fue
un remanso de paz, porque todo el mundo estaba cansado y aprovecho para dar una
cabezadita. Si bien sobre las 12:30 se hizo una nueva parada para tomar algo y más
tarde continuar hasta casa.
Gracias a PEPE PEREZ VERDU
por la organización de la marcha y esperamos poder disfrutar de rutas como esta
en más ocasiones.