miércoles, 25 de mayo de 2022

22-05-2022 Vereda de la Estrella

 


Hola amigos, el pasado domingo 22 de Mayo de 2022 el Grup Muntanyenc de Sant Joan realizó una salida de montaña a la VEREDA LA ESTRELLA en la provincia de Granada, concretamente a la vertiente norte de Sierra Nevada.

 Para ello salimos de Sant Joan a las 4 de la madrugada y tras recoger a los amigos de San Vicente el autobús se encamino en dirección Granada.

Como era de  esperar a esas horas nadie tenía ganas de hablar  por lo que los doce que formábamos el grupo intentamos dormir un poco (unos más y otros menos).

Sobre las 6 de la mañana el conductor se detuvo en un área de servicio (pasado Lorca  y antes del cruce con la autopista de Almería y Granada) donde pudimos desayunar.



Tras este parón de una hora llegamos a Granada poco antes de la nueve y media pero en el último tramo (15 km.)  antes de llegar a Güejar de la Sierra  nos encontramos con un pelotón de ciclistas domingueros divididos en varios grupos bastante numerosos que hacía difícil su adelantamiento por  las curvas numerosas del trazado de la carretera.




Asín es que se nos acumuló un nuevo retraso. Ya en el pueblo de Güejar  el autobús nos acercó hasta el punto donde termina la carretera (restaurante Barranco de San Juan).

En estos últimos 5 kilómetros la carretera era tan estrecha que solo cabía un vehículo y sin posibilidad de maniobra, gracias a la pericia del conductor pudimos llegar sin ningún percance al final de la carretera, donde también tuvo problemas para dar la vuelta.




Llegados a este punto eran ya cerca de las 10:30 de la mañana cuando pudimos empezar a caminar.

La Vereda de la Estrella es el camino más espectacular para adentrarnos en el Parque Nacional de  Sierra Nevada. Su trazado a media  ladera por el valle del río Genil se realizó para transportar en caballería el mineral de cobre y plata de las mimas de la Estrella y la Probadora. De ahí su nombre.

Empezamos desde este punto (restaurante San Juan) a nivel del río atravesándolo por un pequeño puente de madera. Enseguida nos dimos cuenta de la cantidad y fuerza que llevaba el río, pues el ruido era ensordecedor, por poner un parecido se asemejaba al mar cuando hay temporal.

Una vez traspasado el río comienza un corto pero fuerte ascenso hacia el interior del río Genil, cuyo cauce tendremos durante todo el día a nuestra izquierda. Enseguida el camino se suaviza y la senda transcurre por una fresca y frondosa umbría, con una gran variedad de arbolado (fresnos, castaños, robles, arces  ...) que contrasta con la vertiente de enfrente donde no hay tanto arbolado.

A una media hora de empezar el recorrido llegamos a un centenario castaño, llamado popularmente como el “abuelo” .





Al ser un lugar tan popular , a lo largo del  recorrido nos encontramos con bastante gente, que al igual que nosotros querían disfrutar del lugar.

Seguimos avanzando y en uno de los recodos del camino, pasada la zona del Vadillo,  de pronto al fondo del valle surgieron las cumbres de la Alcazaba y el Mulhacén, donde todavía se podía ver resto de nieve.

Nos detuvimos en la misma senda para almorzar, pues el tiempo pasaba y no encontrábamos un lugar con sombra para todos.

Unos pocos kilómetros más adelante a uno de los integrantes del grupo las fuerzas le flaquearon y le entró una pequeña pájara, afortunadamente poco a poco se fue recuperando.



Habíamos llegado al paraje del Real donde se unen los ríos Valecasillas y Valdeinferno al Guarnón que baja estruendoso desde el Veleta.

Paramos a comer  bajo una buena sombra y esperamos a que el compañero, cuyas fuerzas iba recuperando, nos alcanzara.


Cuando llegó a nuestra altura, decidió seguir junto a otro integrante del grupo, ya que ambos habían comido un poco antes.

Nosotros después de comer (eran ya las 3:30 de la tarde) y una vez cruzado el río por un puente de madera de reciente construcción, emprendimos la última subida del día para volver por la vertiente opuesta.



Con un fuerte desnivel de 150 m en apenas un kilómetro , el grupo se partió en varios subgrupos, cada uno a su ritmo, para poder llegar a lo más alto.

Seguimos el camino de vuelta y cruzamos un arroyo que termina en una cascada de más de 40 metros.


Desde esta parte del barranco podemos divisar en todo su esplendor la cuenca del Río Vacares, Cumbre y Espolón  de la Alcazaba, río Valdecasillas, Mulhacén, Loma de Casillas y río Valdeinfierno.

Pasamos por el refugio del Aceral entre un bosque de pinos hasta llegar a otro refugio el de la cucaracha (no muy bien conservados) donde hay un espléndido mirador natural.





La senda sigue entre pinos, robles, encinas y más adelante cipreses hasta llegar a la cuesta de los “presidiarios” (en nuestro caso de bajada) llamada asín porque dicen que llevaban a los presos dirección a Almería para ir a galeras.

En esta bajada otro integrante del grupo tuvo que ralentizar su marcha debido a que una rodilla le dio problemas y apenas podía apoyarla.

Todas estas  circunstancias que hemos ido relatando nos habían atrasado bastante por lo que avanzaba la tarde y seguían quedando bastantes kilómetros para el final.



En la bajada el grupo se había vuelto a separar quedando el más numeroso rezagado con el lesionado y otros tres siguieron adelante hasta donde nos había dejado el autobús (restaurante San Juan).






Comentamos la lesión del compañero al encargado del restaurante, el cual muy amablemente, se prestó a esperarlo y  con su vehículo acercarlo por la carretera (3 km.) hasta el lugar concertado con el autobús.

Y así sucedió, cuando llego el grupo al restaurante, no solo subió el lesionado a la furgoneta sino que siete componentes más del grupo se sumaron al transporte, y no acabo aquí la cosa sino que dos más subieron  en el último kilómetro, por lo que la parte trasera de la furgoneta parecía el camarote de los HERMANOS MARX.



Gracias a la solidaridad de esta persona la mayoría del grupo pudo llegar con antelación al autobús.

Todavía tuvimos que esperar un poco más a los últimos dos integrantes que no pudieron subir en el restaurante y realizaron este último tramo a pie.

Con todo esto el autobús no puedo salir hasta las 10 de la noche, habiendo ya oscurecido.



Al margen de todas estas vicisitudes, la marcha fue espectacular. El recorrido es muy bonito y más con el deshielo el caudal del río iba a rebosar y la fuerza del agua lo hacía más encantador.

El retorno en el autobús fue un remanso de paz, porque todo el mundo estaba cansado y aprovecho para dar una cabezadita. Si bien sobre las 12:30 se hizo una nueva parada para tomar algo y más tarde continuar hasta casa.



Gracias a PEPE PEREZ VERDU por la organización de la marcha y esperamos poder disfrutar de rutas como esta en más ocasiones.

 


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